sábado, 2 de mayo de 2015

¿Las Fiestas del 2 de Mayo o el Juego de la Botella?


Entre Violeta y Alberto, isleño y lerenda han hecho cuchipandi. Ayer salieron a comerse la plaza del 2 de Mayo. isleño vestido para matar; lerenda, de chulapa; Alberto y Violeta, de calle.

Antes de salir, les puse unos chotis para que entraran en ambiente. El ladrillo lo puso exploradora, que lo mismo te proporciona un ladrillo que una lengua de plata que sirve de palanca.

Y de esta guisa, y chutados de lenguaje castizo, caminaron hacia la plaza.

Lo que no sabían es que en el programa de festejos, los “Hare Boggie” habían ganado “beso” en el juego de la Botella. Y en lugar de una fiesta castiza, nuestra cuchipandi se encontró con una banda de Hare Krishna repartiendo pastelitos. Pastelitos que, por cierto, según anunció el cantante interrumpiendo un mantra “¡No tenían huevo!”.

¿Insólito? Pues sí.
Pero así es este mundo.

Donde se pone una mordaza se abren más los ojos, y lo que se ve no merece ni nuestra curiosidad.

No hay nada más cuuursi que una corchera ordenada


Hoy ha vuelto a la pensión nuestro isleño. Él dice que viene de orgullo en orgullo. Y es cierto. Isleño viene para celebrar las fiestas del barrio, las Fiestas del 2 de mayo y se queda con nosotros hasta que se “recupera” su orgullo gay.

Ayer tomó esta foto y la colocó de cualquier modo en su eterna corchera. 


Adoro esa corchera desordenada. Desordenada como ha de ser.
¡No hay algo más cuuursi que una corchera ordenada!

martes, 28 de abril de 2015

Gritan "policía" en la Calle Libreros


Gritan POLICÍA.
Todos miramos.
Incluso
algunos

se sonríen.

 Calle de Los Libreros (Madrid) Septiembre 2013
Fotografía de Nuria García


Calle de Los Libreros (Madrid) Septiembre 2013
Fotografía de Nuria García


Calle de Los Libreros (Madrid) Septiembre 2013
Fotografía de Nuria García

jueves, 23 de abril de 2015

El Día del Libro y siguientes


El Día del Libro es un día excelente para llenar la pensión de personajes...

Es un día en que deambulan por nuestras estancias conocidos y desconocidos que dotan a la pensión de un algo especial. Casi del nosequé apenas perceptible que se siente mientras estás dentro de un libro y de pronto, eres consciente de que no lo estás pero estás deseando volver. Bueno, no pretendo que me entienda todo el mundo, con que me entiendas tú, me basta.

Con la ayuda de la mejor guía que existe para los devotos de tal insigne fecha y siguientes, en la que aparecemos como “curiosidad forzada”, acuden a nuestra puerta personas de toda ralea: gente que busca habitación, como un día cualquiera; curiosos, maleantes, parejas que no sé qué buscan, verdaderos personajes de cuento, atracadores de firmas de cualquiera que les diga que ha escrito un libro, amantes de la literatura, amigos, gente que no encuentra su sitio, lectores, escritores, y ¡cómo no!, los que dicen que lo son... lo uno y lo otro.

Ese día, pensiondemalamuerte cumple su propia tradición: Sacamos una pizarra de tamaño medio (para cumplir las normativas de nuestro Excelencajcajmo Ayuntamiento) y ofrecemos descuentos a cambio de citas propias. 
Y cuando decimos propias, son propias.

De este modo, año a año, vamos añadiendo citas y más citas a nuestro Libro de Citas. Sí, Libro de Citas, ¿qué nombre esperabais?

Bueno, titulaciones aparte, durante estos días vamos a dejar constancia aquí de algunas de ellas.


Eso sí, con una advertencia: No nos responsabilizamos ni del sentimiento, la vacuidad, la pasión, la ira, la ñoñería, ni la brillantez que haya inspirado las mismas. No son propiedad de la pensión. 
Aunque ya formen parte de ella, como las personas que la habitan.





lunes, 20 de abril de 2015

la.lerenda


la.lerenda se cae, a menudo tiene malos recuerdos, pero al mismo tiempo desprende más luz que dos soles juntos. ¿Será por eso que siempre, siempre sale de todas?

Ayer me dejó esta nota porque hacía días que su habitación permanecía deshabitada, y sabe que todos  en pensiondemalamuerte nos preocupamos por nuestra lerenda, y ella nos quiere tanto como nosotros a ella.

La nota decía así:


Hoy he ido al INEM a que me plantaran un sello sin semilla.
No espero nada.
Pero ellos sí esperan de mí.  Que vaya a “fichar” como oí decir allí a una señora, que como yo, prefiere tomarse las cosas con humor.

Una vez allí, no pude evitar sonreírme y pensar: “Debo conocer a más de la mitad de estas personas de Twitter” y empecé a imaginar... “¿Te imaginas que ese señor de ahí es @queteden o @señordelaspolillas?” Y me reí hacia dentro porque en las oficinas del INEM no quiero que me vean llorar.

Y luego salí y me esperaba el mundo.
Con sus carteles y sus perros esperando a sus dueños.

Y esta vez, sí me reí.





viernes, 17 de abril de 2015

ESE regalo

Un día le pregunté a soledad.bien.entendida, una fija de la pensión:

¿No es frustrante cuando en lugar de apoyarte a ti y a la intimidad que compartes con alguien, descubres que sólo tú defiendes esa intimidad?

Y me contestó con una frase de Byron Katie:

“Con frecuencia utilizo la palabra historia para referirme a los pensamientos o secuencias de pensamientos que tenemos el convencimiento de que son reales. Una historia puede ser sobre el pasado, el presente o el futuro; sobre cómo deberían ser las cosas, como podrían ser o por qué son. Las historias aparecen en nuestra mente cientos de veces al día. Las historias son teorías que no han sido probadas ni investigadas y que nos explican el significado de estas cosas. Ni tan siquiera nos damos cuenta de que son teorías. ¿En qué medida tu mundo está construido por historias que no has examinado?”.

Y yo me quedé como cuando haces ESE regalo a la persona equivocada.
Igual de jodida.

jueves, 16 de abril de 2015

la.niña.la.pension - "La princesa Fontanera"

la.niña.la.pension es una de nuestras huéspedes. De vez en cuando, se asomará por aquí, para contarnos sus cosas...

Hoy va de cuentos...


Donald y Louise Peattie escribieron que el mejor cuento de Andersen fue su propia vida:

"Érase una vez un humilde muchachito, hijo de la viuda de un zapatero, que fue a implorar una merced al príncipe del reino. Lleno de confianza, el joven cantó y recitó ante Su Alteza, y cuando el príncipe le preguntó amablemente qué merced quería que le hiciera, contestó, resueltamente: Quiero escribir dramas en verso y representarlos en el Teatro Real. El príncipe miró al desgarbado mozo, todo pies y manos, con su nariz cómica y sus ojos tristes, y le dio una respuesta llena de sentido común: Una cosa es recitar dramas y otra cosa es escribirlos. Te aconsejamos un oficio útil, como la ebanistería".

Esto me recordó un cuento que escribí no hace mucho...

LA PRINCESA FONTANERA

Érase que se era
la princesa Fontanera
así se la conocía
y se la conoce todavía.

La princesa Fontanera
también llamada
Facunda
disfrutaba rodeada
de émbolos, grifos y 
juntas.

Su padre estaba molesto
y la reina molestada
ya que esperaban
que su hija
fuera más de albañilería.

Resultó que un buen día
se lió parda en palacio,
reventó una cañería
con media mampostería.

El rey se estaba bañando
y no entendía aquel "biruji"
y es que fue en su baño real
donde sucedió el descalabro.

Le envolvieron en toallas,
y llamaron a Don Gil
el mejor maestro albañil
que había de aquí a allí.

Facunda acudió enseguida
con su atuendo de faena
y allí se encontró a Don Gil
enyesando sin dar tregua.

Y cuando Facunda vio el hombro
que asomaba entre los escombros
de aquel hombre tan pedestre,
con la paleta y el chapinete
visualizó ya el banquete.

Y aquel mismo día,
tras el tajo,
ambos se declararon
y los reyes, encantados.

FIN